"Guardianes del agua": trabajadores invisibles de un servicio esencial frente al coronavirus
Disponer de agua del grifo de garantías en cualquier circunstancia y estar seguros de su correcta devolución al medio natural es un “lujo imprescindible”. Un lujo, porque en muchos lugares del mundo no disponen de todos estos servicios con calidad o continuidad. Esta realidad se vuelve aún más palpable cuando el planeta al completo está convulsionado por los efectos del coronavirus.
La crisis sanitaria desatada presenta unas dimensiones tan tremendas que la vida diaria de las personas se ha visto seriamente afectada. Todo nuestro entorno ha cambiado: nuestra vida familiar, la forma de trabajar, nuestras rutinas e incluso el tiempo de ocio… ¿Todo? Todo no. Afortunadamente, existen actividades que permanecen inalterables frente a la COVID-19. Entre ellas, se encuentran nuestros servicios de agua urbana, que siguen prestando sus servicios a la ciudadanía como si nada estuviera pasando. Paradójicamente, el del agua es también uno de los servicios públicos con menor visibilidad en los medios de comunicación generalistas.
*Imagen de archivo.
Nuestro país cuenta con algunas de las más importantes empresas operadoras, consideradas entre las líderes mundiales del sector. Se trata de compañías tecnológicamente muy avanzadas, que llevan años invirtiendo en I+D+i y que aportan soluciones eficientes y responsables para la gestión del agua. Sin duda, todo este conocimiento y experiencia está siendo aplicado para hacer frente a las consecuencias de la crisis y en pro del interés común de toda la sociedad.
El 20 de marzo, el Gobierno de España reconoció, a través de la Orden SND/274/2020, la consideración de “operadores de servicios esenciales” a las empresas que intervienen en la gestión del agua urbana. La Orden no vino sino a reforzar la determinación, ya tomada previamente por la mayoría de los operadores, de adoptar medidas para asegurar la prestación de estos servicios a toda la sociedad.
Por su parte, Aguas de el Ejido puso en marcha un plan de contingencia el 13 de marzo. Los objetivos prioritarios eran limitar y minimizar el impacto generado por la crisis del coronavirus en su actividad, garantizar la continuidad de los servicios y proteger tanto a sus empleados como a los usuarios.
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El plan, que se va actualizando a medida que las circunstancias lo requieren, incluye medidas higiénico-sanitarias, operativas, laborales, de atención a los usuarios y también sociales. Estas últimas tienen como objetivo asegurar los servicios del ciclo integral del agua a todos los ciudadanos, especialmente a los vulnerables. Para ello, se han adoptado medidas de refuerzo de todos los mecanismos de acción social que cubren, parcial o totalmente, el coste de los recibos de agua de aquellos colectivos que no pueden hacer frente a ellos.
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Pero si hay una clave que explica el éxito en la gestión de los servicios de agua urbana durante estas últimas semanas, esta es nuestros equipos de trabajo. Un colectivo que en España agrupa a unos 25.000 hombres y mujeres con una alta especialización y, por encima de todo, con una vocación de servicio inquebrantable. Se trata de nuestros “guardianes del agua”, profesionales altamente comprometidos que desarrollan su trabajo de un modo invisible, sin atraer la atención de los focos y con un único objetivo: aliviar la crisis sanitaria brindándole a la ciudadanía la continuidad de los servicios de agua. A ellos les debemos ese vaso de agua del grifo cuando más aprieta la sed, la reconfortante ducha al final de la jornada, o la posibilidad de pasar un rato de nuestro tiempo libre frente a los fogones para enfrentarnos a una receta nueva. Todo eso es lo que nuestros compañeros nos están facilitando a diario. ¡Gracias!